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Centro de Acompañamiento Integral Pos y Prenatal
La Dulce Espera
La vida siempre nos ofrenda la oportunidad de reafirmar nuestra paciencia, confianza y amor, cuando nos permitimos fluir con cada momento, nos damos cuenta que todo lo que sucede es por una razón y cumple con el plan Divino. Cada hijo e hija sabe como sera su llegada a esta tierra, es labor de la madre confiar en esa sabiduría y permitirse ser el canal por medio del cual se manifiesta. Este fue uno de los primeros acompañamiento que realicé y la confianza depositada en mi por Juliana y Javier, fue un regalo maravilloso que me confirmo aun mas que este es mi camino con corazón, que amo desde lo mas profundo de mi ser la vocación de Ser Guardiana del Nacimiento.
Gratitud infinita.
La Vida Se Abre Camino
El acompañamiento de un parto parcial en casa, con intimidad y permitiendole a la madre vivir cada fase sin prisa, sin estrés, sin epidural, sentir cada instante y confiando en la perfección del cuerpo materno. Con paciencia y seguridad se aguardo el momento oportuno para trasladarse a la Fundación Hospital San Jose de Buga para llegar justo minutos antes del nacimiento. Una mujer empoderada de su parto, se permitió vivenciarlo desde el amor y el autoconocimiento.
Este camino me sigue confirmando el poder inagotable que poseemos las mujeres que nos convertimos en madres, Las Mujeres Sabemos Parir, Nuestros Hijos e Hijas Saben Nacer. Las mujeres sabemos parir, sabemos ayudar a nuestros bebes a nacer, todo lo que se necesita para ese instante está consignado en nuestro ADN, tantos siglos de evolución han hecho del parto, el acto instintivo más evolucionado de la humanidad, porque solo se requieres de dos protagonistas, la madre y su hijo o hija por nacer. El cuerpo de la madre se expande, se abre, se dispone a ser canal para que la vida se abra camino, respira, gime y de su interior va surgiendo una melodía que las conduce a ambas al encuentro tan esperado. Han pasado ya treinta y nueve semanas en las cuales y sin mirarse por primera vez, se profesan amor eterno. Confiada en su instinto, en ese saber corpóreo, que le va indicando que hacer en cada instante, la madre se entrega sin resistencia a la cascada de oxitocina que de su interior emana, se permite sentir el dolor, pues tiene la certeza que con cada contracción se va acercando el momento de tener a su hija en brazos. El Camino Blanco del Nacer nos lleva a explorar sensaciones, vivencias y nos conduce al encuentro mas sabio y amoroso que existe, el reencuentro de dos Seres que estaban destinados a nacer de nuevo, como madre e hija. Gratitud infinita a Mariana y a Brisa del Mar, por permitirme estar presente en tan maravilloso momento.
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Acompañamientos 2019


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